lunes, 19 de marzo de 2012

Estaba siendo una primavera inusualmente cálida, parecia como si el verano se hubiera adelantado. Aquella mañana de domingo sonó el despertador en casa de juan, eran las siete y media de la mañana, se levantó y al asomarse a la ventana pudo adivinar que el nuevo dia seria un calco del anterior, a esas horas no se veia ni alma en la calle y apenas se escuchaban sonidos en ella, se aseó, se vistió con unos vaqueros y una camisa de manga corta y salió a la calle. 1) Sabía que en una calle paralela podria desayunar, habia un 24 horas y a veces lo hacia alli, al llegar al local se sentó en una pequeña mesa al lado derecho de la barra y mientras esperaba a ser atendido pudo fijarse en una pareja sentada dos mesas a su izquierda, ella mediria entre uno cincuenta y uno cincuenta y cinco y el tampoco es que la superara en muchos centimetros, su volumen corporal superaba la centena de kilos en ambos casos, en su mesa tenian una racion de croquetas, dos hamburguesas dobles, botellas vacias de seis cervezas, unas patatas bravas, y escuchó como pedian una docena de churros con chocolate. Intentó centrarse en lo suyo y al ser servido tomó el cortado y un zumo de naranja y al terminar y despues de pagar se dirigió a la puerta de salida, institivamente fijó su mirada en aquella mesa de su izquierda, pudo ver como el chocolate manchaba la cara de aquellos dos elementos y que con gran ansia devoraban aquellos churros aceitosos. Para cuando salió del 24 horas, la calle iba cogiendo vida, poco a poco se empezaba a ver movimiento, ya eran las nueve de la mañana , tenia que ir a la parada del autobus numero 34, asi que cruzó la calle y esperó en la parada a su llegada. 2) Mientras esperaba, un hombre se acercó a la parada, vestia un traje color azul marino adornado con una corbata verde , llevaba un maletin de ejecutivo en la mano y en su muñeca se podia adivinar un reloj de marca. A cada instante manoseaba su telefono movil y en ese instante sonó. Juan solo escuchaba al hombre hablar pero sus gestos y actitudes denotaban que algo no iba bien, se desató el nudo de la corbata, caminaba nerviosamente, sus manos no hacian mas que gesticular, su voz y su tono empezaban a elevarse de una manera exponencial, sus palabras empezaban a parecerse a rebuznos, el color de su cara iba poniendose roja, un vecino de la casa de al lado se asomó al balcon al oir semejante bullicio, era todo un espectaculo, ¿que motivos habrian llevado a ese hombre a semejante transformacion?. En ese instante llegó el autobus, Juan se montó en el y al arrancar se fijó en el hombre del telefono, no se habia montado y seguia su show en la calle mientras el bus se alejaba. Juan se sentó en un asiento doble al fondo del autobus, tenia unos veinte minutos de trayecto, en eso se dió cuenta de que dos chicas de unos treinta años estaban sentadas dos metros delante suyo, el autobus iba medio vacio y pudo escuchar lo siguiente. 3) Chica 1) Pues yo, no me hubiera comprado ese bolso, la verdad es que antes me gustaba pero ahora creo que es bastante zafio, ademas con el precio que tiene es derrochar el dinero. Chica 2) A mi tampoco me gusta mucho, de todas formas si a ella le gusta le diré que es fantastico, que es una maravilla, yo con ese dinero haria muchas mejores compras. Chica 1) ya sabes, ahora que tiene novio parece que esta gastando todo el dinero que tenia ahorrado, la verdad no se para que , porque con lo simple que es. las dos chicas se rien, el autobus se para y ellas se bajan con una sonrisa en la boca mientras sus comentarios se silencian al cerrarse la puerta. Al bajarse del autobus, juan mira su reloj, ya son las diez y media, todavia tiene tiempo asi que decide dar un paseo. 4) entra en una calle estrecha, le llama la atención el tipo de personas que en ella puede ver, es una calle con letreros vistosos y adivina que esta repleta de lupanares, el trasiego de gente que entra es constante, al acabar su paseo por ella desemboca en una plaza, alli se cruza con una chica que le aborda , se da cuenta de que ofrece sus servicios y al fijarse un poco puede ver como el mercadeo es constante, las chicas se montan en los coches y los clientes intentan mantener su anonimato. Juan sale de aquella zona y decide hacer un breve descanso, se sienta en una terraza y decide tomar un refresco, el sol matinal es muy rico y como tiene tiempo decide relajarse alli. 5) A los diez minutos de estar sentado y no ser atendido, empieza a ponerse nervioso, en esto aparece el camarero, masca chicle y viste de forma desaliñada, se presenta con un riguroso que desea, al hacer el pedido juan se fija en las demas mesas de la terraza, todavia hay restos del dia anterior en ellas, desde botellas vacias a bolsas de patatas o pipas por el suelo, tarda en ser servido y después de pagar se levanta y prosigue su trayecto. Compra el diario y lo va hojeando mientras se acerca a su fin, en los anuncios clasificados puede ver uno en el que dice. 6) ¿Problemas de dinero?, olvidate de eso, llamanos y te lo solucionamos, le pica la curiosidad, marca el telefono y una voz sensual le contesta, pide los requisitos para solicitar un prestamos de 3000 euros y le responden que con un interes del 20 por ciento y pagadero en 48 meses los tres mil euros seran ingresados en su cuenta en 24 horas, Juan cuelga la llamada y despues de sonreir sigue paseando. Se acerca a la plaza mayor, estan rodando en ella una pelicula, camaras, actores y actrices se mezclan con extras y viandantes, en esto un niño va a pedirle un autografo al protagonista de la pelicula. 7) el niño ) Hola, soy fan tuyo , ¿me podrias dar un autografo? , ( le muestra un cuaderno y un boligrafo. Protagonista) con una mirada altiba observa al chaval y después de un silencio le contesta, no, aquel es mi representante, habla con el. El niño se queda con una cara de tonto terrible como si todos sus idolos se hubieran muerto en ese instante. Juan entra en la catedral, se sienta en una de las primeras filas y se arrodilla para rezar, después de cinco minutos se levanta y se dirige a la sacristia, alli se encuentra con la hermana Maria, ella le saluda y empiezan a hacer los preparativos para que el de la misa , tiene claro sobre que hablara hoy, suenan las campanas de la una y la iglesia esta repleta de fieles , la puerta de la sacristia se abre y mientras suena el coro el pausadamente se coloca en su lugar.

lunes, 5 de marzo de 2012

Como todos los viernes, juan esperaba con su mochila a su madre a la salida del colegio, era el único dia de la semana que en vez de volver en autobus a casa ella venía a buscarle. Cuando llegó le pidió la merienda, se montó en el coche y después de poner en la radio la música que a el le gustaba arrancaron y se dirigieron a hacer la compra semanal al supermercado. Juan tenía ocho años y era un niño alto con pecas en la cara y bastante extrovertido, le gustaba aprender en el colegio y vivía junto a sus padres y su hermana Maria en un barrio en el extraradio de Madrid. Al llegar al super cogió el carro y se adentraron a hacer la compra, eran las cinco y media de la tarde, empezaron por el pasillo de las frutas, alli compraron un melon y dos kilos de naranjas, siguieron y llegaron al pasillo de los lácteos, alli compraron yogures y leche además de mantequilla y alguna cosa más, siguieron y se dirigieron hacia la pescaderia, cogieron el número y vieron que tendrian que esperar para ser atendidos un buen ratito, ellos tenian el 45 y estaban atendiendo al 28. Entonces Yolanda que asi era como se llamaba la madre de Juan le dijo: " Juan, vete a comprar el aceite, dos botellas de oliva virgen de la marca de siempre", mientras tu compras eso yo esperaré aqui y asi ganamos tiempo. Vale ,contestó el, no era la primera vez que hacían eso de ganar tiempo en el super, mientras daba los últimos mordiscos al bocata desapareció de la vista de su madre y se dirigió donde estaban los aceites, al llegar alli se fijó en las marcas hasta que sus ojos vieron el que ellos solian gastar, cuando se disponia a coger las botellas un sonido le llamó la atención, el estaba solo en el pasillo pero seguía escuchando unas voces, al prestar atención comprendió lo que decían, era lo siguiente : " psssh, psssh, estoy aqui, ven, ayudame" Juan se puso tenso, no era algo normal lo que estaba ocurriendo, después de estar unos segundos paralizado por lo anormal de la situación y al mover una botella de aceite de la estanteria pudo ver un ser de color rojo y con una orejas muy grandes , estaba escondido, era un hombrecillo que apenas media quince centimetros su color rojizo y sus orejas puntiagudas asustaban , Juan volvió a poner la botella en su lugar dió un paso atras y corriendo se dirigió a la pescaderia , su madre aún estaba esperando su turno y cuando llegó fatigado y sin las botellas esta le dijo : "¿Que pasa Juan?, ¿Donde esta el aceite?, El se quedó pensando, podia contestarle con la verdad pero sabía que no le creería , entonces decidió contestarle que no habia encontrado el pasillo, ella con un tono de impaciencia le respondió que espabilara porque se hacia tarde y que fuera alli y que hasta que no lo encontrara no volviera . Pensó en alguna excusa por el miedo que tenía pero por otra parte su curiosidad era muy grande, se dió media vuelta y volvió a dirigirse a aquella zona , el pasillo era de unos treinta metros de largo por unos cuatro de ancho, tenía tres alturas donde se exponían todo tipo de aceites, el que tenía que comprar estaba en la zona central y en la segunta balda, en ese momento no habia nadie, con pasos cortos poco a poco iba avanzando, de repente y detrás suyo una mano le tocó en la espalda, giró su cabeza y vió a una señora que le preguntaba: "¿Hola niño, estas solito? , un escalofrio le recorrió el cuerpo y balbuceando le contestó que no, que estaba con su madre con su padre y con sus tres tios, la señora sonrió y el pudo ver que le faltaban los dientes delanteros, que sus manos eran pequeñas y llenas de callos y que su mirada era una mirada innoble, la imagen de aquella mujer era tenebrosa, le entraron unas ganas terribles de gritar pero en ese momento y por el otro lado del pasillo se acercó un matrimonio y un señor con un carro lleno de comida y para cuando el se pudo dar cuenta la señora malvada habia desaparecido. Su corazón palpitaba a ritmo muy alto, se intentó tranquilizar, después de un par de minutos y ya mas tranquilo volvió la vista al estante, al asir la botella volvió a encontrarse con ese ser diminuto y orejudo , seguia alli, este le dijo,¿ has visto a la bruja del supermercado?, me tiene secuestrado aqui , tengo que salir, ayudame, durante un minuto Juan se quedo pensativo y después abrió su mochila e introdujo en ella al rehen. Con la cara bastante desencajada volvió a la pescaderia, Yolanda estaba terminando la compra de unos salmonetes y cuando lo vió le dijo que ya era hora, siguieron haciendo la compra y cuando salieron cargaron el coche con sus bolsas y por fin se marcharon rumbo a casa. Ya eran las siete y media, Juan ayudó a su madre con las bolsas y después ella le dijo que se fuera a jugar a su habitación mientras ella empezaba a preparar la cena. Cerró la puerta y abrió la mochila, medio mareado aquel pequeño ser tosió un par de veces y después cojió una bocanada de aire fresco y le dijo: por poco, si estoy metido aqui cinco minutos mas me ahogo, Juan le miraba con unos ojos incredulos , era una situación totalmente irreal, el hombrecillo le dijo que se llamaba raul : "Gracias por sacarme de esa cárcel, solo te pediré una cosa mas, traeme un vaso con agua y con azucar, Juan fué a la cocina y mientras veia como su madre preparaba los salmonetes el se sirvió un vaso de agua y cogió a escondidas el azucarero, volvió a su habitación y vió que raul tenia una sonrisa en su pequeña carita, le ofreció la bebida y el se la tomó , de repente raul se transformó en un niño como el, un niño de tamaño normal, un niño moreno con unos ojos claros, Juan estaba alucinado, paralizado, la puerta de la casa se abrió y Maria y su padre entraron en casa, mientras se quitaban las ropas de abrigo dijeron" Buenas noches, ya estamos aqui" , las prisas se apoderaron de Juan, le habia ocurrido algo increible y queria que fuera su secreto, le dijo a raul que nadie tenia que enterarse de su existencia, el lo comprendió y le prometió que le contaría algun dia como fué secuestrado por la malvada bruja del supermercado, decidieron que mientras la familia cenaba, el se marcharia de la casa . Dos semanas mas tarde, Raul fué a buscar a Juan al colegio, estuvieron charlando un rato y quedaron para ir a jugar a baloncesto al parque, alli el le contó todo a detalle, a partir de entonces se hicieron grandes amigos y hoy en dia después de quince años son uña y carne.