Ahora que estoy sentado con 70 años en una silla de ruedas , con respiracion artificial y hospedado en una de los mejores geriatricos de Madrid, comienzo a pensar si mi vida no ha sido un fracaso, ahora os lo explico,
Mi padre se llamaba cristino y mi madre hortensia, nací en un pueblo de badajoz llamado fuente de cantos, lugar conocido por el renombrado y destacado pintor Francisco de Zurbarán, fuí el tercero de siete hijos y mi nombre me lo pusieron como homenaje al cura del pueblo, Don leoncio Hernandez, y pienso yo, por que no se llamaba el parroco juan?.
Desde bien pequeño tuve que ayudar a mi familia a salir adelante ya que eramos muy humildes y el futuro se veia bastante negro, asi, mis padres decidieron cuando yo tenia doce años que mi hermano evaristo y yo mismo fuesemos a Madrid a casa de mi tio cesar ya que este decia que alli habria trabajo para nosotros dos.
Así llegamos a la capital, el viaje fué toda una odisea pero bueno, eso no viene al caso ahora, a partir de entonces estuvimos compartiendo trabajo y estudios durante años, me di cuenta de que me tenia que buscar la vida en la urbe y lo primero que hice fué cambiarme de nombre, a partir de entonces seria leo c. de quintana, sonaba a noble, o eso era lo que pensaba yo.
Durante el paso del tiempo fuí el tipico pelota sin escrupulos , no me importaba nada mas que lo mio y eso me llevó a distanciarme de mi hermano y después de volver de la mili , apenas tenia contacto tampoco con mi tio ni con mis primos y yo pensaba, con lo listo que soy me comere el mundo , se van a enterar de quien es leo.
Empecé a trabajar en unos grandes almacenes , me fuí acostumbrando a aquella vida y poco a poco traicionando y mintiendo , llegué a ser responsable de sección, para entonces los amigos no sabia lo que eran y el hambre me devoraba por dentro, cada vez era mas ambicioso, empecé a estudiar por las noches y saqué la carrera de economicas con gran esfuerzo (y otras cosas).
Tenia que dar el golpe principal en mi proyección, ya tenia 27 años y al ser bastante bien parecido, hasta entonces solo engañaba y me aprovechaba de las mujeres , pero necesitaba un pasaporte para mi bienestar y un dia vi lo que me interesaba, el dueño de los almacenes tenia una hija que se llamaba rosarito, era fea de narices y un poco alelada, yo le caia bien, y decidi que lo tenia que hacer.
Provoqué que rosarito se enamorara de mi y a los dos años con mis artes de pelota con su padre y falsedad con su madre, ya estabamos comprometidos, al año siguiente nos casamos y como regalo de bodas me ascendieron a codirector del negocio.
Rosarito me queria de veras, se dejaba la vida por mi, yo al principio le hacia caso pero poco a poco fui pasando de ella, cuando ya nacio nuestro primer hijo vi que les tenia cojidos y además eso coincidió con la muerte de mi suegro , lo cual me dió paso a la direccion general. JAJAJA, LO CONSEGUI, pensaba yo, a partir de entonces me dediqué a vivir la vida, a tener amantes, a conocer todos los antros, a no privarme de nada.
Pasaron los años y mi mujer murió de pena, y mi único hijo fué educado lleno de vicios y de egoismo, de tal palo tal astilla pensaba yo, pero le ira bien como a mi tambien me decia.
Cuando tenia 68 años me detectaron una enfermedad de los huesos y poco a poco mi estado fisico se fué deteriorando de manera rápida, asi hoy en dia y con setenta años me encuentro en una silla de ruedas en este geriatrico.
Me siento solo, he ganado batallas, he pisoteado a todo quisqui, me he aprovechado sin escrupulos y hoy doce de agosto de 2009 lo unico que hago es llorar por que me siento solo y fragil, y he llegado a una conclusión, me lo he ganado a pulso, solo una cosa mas, intenta vivir la vida en su plenitud y se persona antes que nada.
fin.
1 comentario:
exacto....
siendo persona....
jamás sentirás soledad ni fragilidad.
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